Nuestros abuelos siempre tienen una excusa

Escribe: Favio Hernández, Máster en Deportes. Junio 2019.

Es importante comenzar a hablar de deporte como actividad “multi-opcional”. Cualquier persona tiene la oportunidad de elegir el contenido de su práctica, en función de sus competencias física, emocional, intelectual, social y de su tiempo libre. Entender el deporte en sentido amplio posibilita la extensión de su práctica de rendimiento y de ocio saludable a toda la población.

El deporte, en sentido amplio, debe gestionarse de manera sostenible, integradora, para todos y para siempre. El desarrollo sostenible es pensar globalmente la política deportiva. Cada acción debe tomar en consideración los componentes sociales, medioambientales y económicos. Esta debe ser una nueva forma de entender el deporte, pensada compartida, concertada y solidaria para conseguir que nuestros ciudadanos puedan lograr una vida activa.

El deporte no debe ser para un momento de la vida, sino para siempre. Es decir, la necesidad de práctica deportiva permanente se ha convertido en una obligación voluntaria, ya que el sedentarismo se manifiesta para siempre también. Esto hace que el deporte tenga que ser más que deporte, debería ser una alianza estratégica inteligente para conseguir un estilo de vida activa y saludable. La práctica de actividad física no deportiva se deberá mantener estable hasta la finalización de la vida laboral, para crecer en la edad de jubilación y ocupar, de alguna manera, el espacio que deja la deportiva de ocio saludable, en algunos casos. La importancia del ejercicio para fortalecer los músculos, ser más independientes y tener calidad de vida en la tercera edad”.

Cómo hacer ejercicio y no morir en el intento. Tenemos que aprender de nuestros abuelos, que para mantenerse activos siempre tienen una buena excusa. Debemos de cambiar la palabra excusa como pretexto y empezar a poner excusas que significa ventaja de la cual disfrutan algunas personas debido a una condición determinada.

Por ejemplo mi abuelo Humberto vivía en la zona del parque y se trasladaba todos los días en bicicleta a la edad de ochenta años hasta el centro. El motivo era jugar una quiniela, hacer las compras en el mercado o de algún artículo en especial. El hecho es que tenía un almacén a una cuadra. Lo movía a tener que ir a determinados lugares con una obligación voluntaria con el beneficio de interactuar con las personas que él conocía. Vaya excusa, no solo el mío la tenía; los abuelos siempre tienen excusa para ir a buscar los nietos a la escuela, para verlos practicar deportes.

Las abuelas agregan ir a comprar ropa y poder compartir gustos y modas pero siempre mano a mano y si es posible caminando para poder tener tiempo de charlar. Además los abuelos a esa altura de la vida no tienen filtro, aquello que nos da vergüenza los padres, ellos tienen siempre algo que los hace los mejores nietos del mundo, ya sea la altura, las notas, lo bien que juega, lo mal que se porta, hincha de algún cuadro y lo cuentan a viva voz para que se enteren todos porque son sus nietos.

Por eso en el día de los abuelos hay que disfrutarlos, porque ellos siempre tendrán una excusa para tener una vida activa juntos a sus nietos.

🙂 C O M P A R T I R • H A C E • B I E N 😉