Jorge Martín Rodríguez nació el 31 de Julio de 1970 en San José de Mayo, futbolista profesional reconocido por propios y extraños por sus condiciones y carácter goleador, repasó junto a nosotros su carrera.
Entrevista: Matías González.
Los inicios
Me inicié en las inferiores de Central donde solo jugué un año porque después mi padre se mudó a Maldonado y yo me fui con él. Allá empecé a jugar otra vez en el Club Treinta y Tres, cuando vuelvo a San José me van a buscar de San Lorenzo donde termino el baby fútbol y juego en quinta y cuarta, salí campeón en todas las categorías en las que jugué. Debuté en primera en el estadio, en partido clásico contra Universal, ganamos uno a cero. Con esa edad ya fui titular porque el técnico me conocía y yo andaba muy bien.
Al segundo o tercer partido empecé a convertir y ese año hice un montón de goles. Jugaba con hombres mucho más grandes que me defendían a muerte, eso me marcó como jugador para el resto de mi carrera. En la selección mayor debuto con 17 años, no había jugado en todo el torneo pero íbamos ganando uno a cero y a ellos les entraron a echar jugadores.
Cuando se fue el segundo el técnico me llamó y yo no entendía nada, me dijo que hiciera lo que sabía y en seguida que entré me pegaron una patada y atrás vino otro que me agarró de los pelos y los dos fueron expulsados. Unos minutos más tarde hice el segundo gol nuestro. Con la selección fui campeón del sur en 1990 y 1991 en títulos que recuerdo siempre.
Uruguay
A mi Peñarol me viene a buscar en 1991, la situación económica era difícil, prácticamente tenía que pagar para jugar y me levanté de la mesa y me fui para mi casa.
Al otro año Nacional me viene a buscar y juega un amistoso contra la selección. Alguien desde la ciudad le avisa a la gente de Peñarol y me agarraron en el túnel cuando se terminó el partido y ahí si firmé porque si no me mataban. Cuando arranco en el 92′ voy a préstamo por un año. Yo jugaba con el 11 pero un día me enojé porque no había podido hacer un gol y me puse la 7, ese día le ganamos uno a cero a Wanderers con gol mío. A la semana estábamos entrenando en Las Acacias y me vinieron a avisar que me tenía que ir a Los Aromos. Cuando terminó la práctica me llamó el entrenador y me dijo que tenía ganas de ponerme. Esa noche a los cinco minutos ganábamos dos a cero y ambos goles los hice yo. Terminé muy bien ese año haciendo muchos goles y en ese momento se hacen las elecciones donde gana Damiani.
Lo primero que dijo en cuanto a los refuerzos fue que se iba a hacer valer la opción de compra mía y ahí si firmo definitivo. Ya desde el ’93 se formó un equipazo. Ese año lo que vivimos fue increíble porque Peñarol hacía muchos años que no ganaba el campeonato. Teníamos que empatar con Cerro para salir campeones y desde Los Aromos hasta el estadio aquello fue una locura de gente que apoyaba al equipo.
El año que más especialmente recuerdo fue el 1996 porque jugué los clásicos y las finales contra Defensor. En el 97 ́creí que era momento de hacer la diferencia pero Peñarol no aceptó y quedé libre. Morena me vino a buscar para irme a River donde estuve un año y medio, en la segunda temporada fui goleador uruguayo junto a Ruben Sosa con 17 tantos.
México
River tenía contrato con Torino y acá había un italiano que me amaba. “Paco” me llamó para avisarme que en seis meses estaba todo arreglado para irme para Italia pero en ese momento me llegó un fax con la propuesta del Atlante. Cuando me dieron el visto bueno agarré las valijas y me fui.
Cuando llegué a la pretemporada el equipo había cambiado de técnico y estaba Ángel Cappa que en el primer entrenamiento no sabía ni quién era yo. Me dijo que con el casi no iba a jugar. Yo me quería quedar aunque no jugara ni un minuto hasta que me llegó la propuesta de Irapuato, de la mano de José Enrique García que un día me llamó para decirme que fuera a jugar ahí. Deportivamente fue espectacular, ascendimos al equipo tras ganar los dos campeonatos y al año siguiente fui goleador del Torneo de Invierno. En Irapuato y Veracruz todavía soy ídolo porque se consiguieron cosas muy importantes.
Después de dos años me voy a Veracruz y en ese cuadro era capitán, llegamos a una semifinal de un torneo mexicano donde perdemos en la hora con Morelia que terminó siendo el campeón. El gol más recordado en la historia de Veracruz lo hice en ese torneo y dicen que se movió el estadio. Igual fue una locura, nos esperaron en el aeropuerto y la caravana fue impresionante. Años después jugaba poco porque todos los cupos de extranjeros estaban ocupados, me llega la propuesta de San Luis y decidí irme.
Al equipo no le fue bien porque tenía que hacer muchos puntos para zafar del descenso y de hecho peleamos hasta la última fecha. Yo en lo personal anduve notable haciendo un montón de goles. Volví a Veracruz y no me ponían, la gente me reconocía y en realidad estuvo muy bueno como experiencia para sentir lo que había logrado. Los hinchas del otro equipo pedían que me pusieran pero no me podían poner. Un día finalmente me dejó jugar en un estadio lleno, cuando terminó la gente se metió para adentro de la cancha y no podíamos salir porque no paraba de firmar autógrafos. Empezaron a aparecer pancartas en el estadio. Decían: “urge que vuelvas Martín” o “Capi volvé”.
La vuelta
Justo cuando la empezaba a pasar mal me llegó la llamada de Peñarol para pegar la vuelta. Acá la verdad que no fue una buena experiencia pese a que en los primeros partidos anoté frente a Plaza Colonia en el Supicci y ante Fenix en el estadio. A pesar de eso Aguirre no me tenía mucho en cuenta y en el clásico Abreu da vuelta el partido después del gol de Bueno y yo agarré la camiseta y me metí para adentro de la cancha. Le hice sacar al Haitiano Pierre pero en realidad entré de vivo.
A la vuelta en San José la verdad es que no pensaba jugar más al futbol. El tema fue que en el 2005 San Lorenzo peleaba el descenso y el técnico que era Pedro Taborda me pidió desde principio de año que jugara. Logramos zafar, seguí jugando y logramos el Apertura 2007, terminé en Central donde fui parte del plantel campeón de la Liga Mayor 2010, me di el gusto de volver a jugar un último partido en San Lorenzo en 2016 y le hice mi último gol a Atlanta El Gráfico. Lo único que me faltaba en la selección de San José era salir campeón del interior y lo termino logrando en el 2006.
Fue un torneo increíble donde clasificamos de casualidad a la segunda ronda pero después que nos dieron ese hándicap no paramos más. La caravana en todo el departamento fue inolvidable y es una de las mayores alegrías que me dio el futbol.