El 25 de agosto se celebró el Día del Peluquero. Este oficio antes era ejercido solo para la nobleza que en el siglo XIII utilizaba en Europa, sobre todo en Francia, grandes pelucas. En esa época el peluquero era varón y se encargaba de mantener las pelucas, no el cabello natural. La fecha elegida es el día en que se santificó al rey Luis IX de Francia, quien durante su gobierno, entre 1261 a 1270, jerarquizó a su peluquero a quien declaró hombre libre. Así, el peluquero del rey pasó de ser plebeyo a estar a la altura de los caballeros, jueces, médicos y magistrados.
Con: Patricia Álvarez. Agosto – Setiembre 2019.
En los siglos siguientes hubo barberos y peinadores que se encargaban de afeitar, teñir, peinar y arreglar las uñas de los varones. Estaba prohibido que un peluquero arreglara a una mujer, si esto ocurría la mujer recibía un castigo. La peluquería ha sufrido un gran cambio en los últimos años, antiguamente eran lugares destinados al corte de pelo o el afeitado en el caso de los hombres y usualmente existían tanto peluquerías de hombres como de mujeres.
Hoy en día, las peluquerías en su gran mayoría son unisex, es decir, que dentro de las mismas se realizan el corte y peinado a hombres y a mujeres sin distinción, además se han convertido en centros de belleza, no sólo tratamientos capilares sino que podemos encontrarnos con peluquerías en las que se realizan diferentes y muy diversos tratamientos. Cada vez a los profesionales del pelo se les exige más a la hora de trabajar.
Además de realizar los estudios pertinentes para ello, necesitarán una experiencia demostrable en el sector, de todos y de cada una de las técnicas que más tarde utilizarán a lo largo de su vida. La confianza que los clientes depositan en cada uno de estos profesionales debe de ser devuelta de una manera grata y sobre todo que el cliente salga tan contento por su nuevo look, que la siguiente vez que necesite un cambio en su cabello acudan de nuevo a la peluquería. (Fuente Paralelo 32)
Peluquero, estilista, coiffeur… Particularmente pienso que todos partimos de una misma vocación por el gusto de crear, de innovar, de crecer, de relacionarse. Hay distintas formas de ver y vivir la profesión y siempre da satisfacciones. Todos inevitablemente la tomamos como un negocio del que debemos subsistir y nos de un rédito económico, pero personalmente lo que encuentro más placentero es ver a un cliente satisfecho, que vuelca su confianza en tu persona y se va realmente contento.
Cuando retorna y se forma un vínculo más allá de lo comercial, es cuando te sentís realmente satisfecho con la labor que has realizado. Los peluqueros somos técnicos que mejoramos el aspecto estético de las personas. Muchas veces ayudamos a levantar su autoestima, aconsejamos sobre cualidades y defectos que los clientes no ven en sí mismo.
Nuestra profesión es un arte tanto objetivo como subjetivo. Depende de la fisonomía y del estado anímico de la persona que tenemos enfrente. Por estos 25 años de tarea y por muchos más, felicito a todos los colegas y los saludo en su día del Peluquero, por desempeñar esta hermosa profesión.