Por: Marisol Pereira Castro. Mayo 2019.
Para que los alumnos construyan aprendizajes significativos, deben sentirse motivados para poder establecer relaciones entre lo que deben aprender y sus conocimientos previos. Pero de ¿qué hablamos cuando hablamos de motivación?, ¿Qué significa estar motivado?
Desde el punto de vista educativo, Motivación viene del verbo latino “motus”, es aquello que incita a la persona a ponerse en movimiento, la incita a la acción. De acuerdo con diferentes autores, la motivación implica un proceso por el cual el sujeto puede dirigir, mantener y regular su conducta para cumplir un objetivo, permitiéndole activar las conductas y recursos necesarios para poder llevarlo a cabo.
Díaz Barriga, plantea que existen diferentes tipos de motivación, por un lado nos encontramos con la motivación intrínseca, aquella que el sujeto trae, ejecuta y activa por sí mismo cuando así lo desea y que no depende de factores externos. Los sujetos que presentan en mayor medida este tipo de motivación, tienen como finalidad cumplir con la tarea y la satisfacción se encuentra en la tarea realizada. Para expresarlo gráficamente, lo que importa es el recorrido y no la meta, por ejemplo, una persona autodidacta.
Por otro lado, encontramos la motivación extrínseca, que proviene del exterior, provocada desde fuera del individuo, ya sea por otras personas o por el ambiente. Las personas que presentan mayormente este tipo de motivación asumen la tarea como un medio para lograr beneficios o para evitar incomodidades, el incentivo estará puesto en los resultados y en las consecuencias de estos resultados. Aquí lo que importa es la meta y no el recorrido, “Si paso de año me van a comprar una play”, ¿Nos suena de algo?
Esta división es teórica, pero en la práctica nada es tan blanco ni tan negro. No hay buenos ni malos, lo ideal es poseer ambos tipos de motivación para poder adaptarnos y desplegar una u otra dependiendo el tipo de situación.
Para que un alumno se sienta motivado, debe poder atribuir sentido a lo que se le propone que haga. Para que esto sea posible, se deben dar una multiplicidad de factores que se relacionan con variables internas al estudiante como el autoconcepto y las consecuencias afectivo-emocionales de realizar una tarea, así como variables relacionadas con el contexto donde tiene lugar la situación de aprendizaje (labor docente, grupo de pares y el tipo de tareas).
Es de vital importancia que todos los actores que participamos de una manera u otra de los procesos de enseñanza- aprendizaje estemos atentos a estas variables que componen la motivación ya que la misma, es de vital importancia para el aprendizaje ya que puede ser considerada como el verdadero motor que lo vehiculiza y posibilita, a tal punto, que si la misma no está presente, es poco probable que se dé un verdadero aprendizaje significativo.