Millones de arañas que parecen caer del cielo, cual lluvia, y que traen kilómetros y más kilómetros de telarañas que cubren todo. Sí, un fenómeno vivido en Australia que deja todo el paisaje, casas, autos, parques, árboles, y todo lo que esté a la intemperie cubierto de una densa telaraña.
Parece nieve, pero no. Más allá de lo curioso, tiene su explicación: científicos han determinado que este fenómeno podría darse a una estrategia evolutiva de los arácnidos para poder sobrevivir a las importantes lluvias e inundaciones que se han registrado en los últimos años.
Las arañas tirarían la tela al aire con la expectativa de dejarse llevar por el viento a lugares más secos y, así, conseguir escapar. La misma telaraña no solo sirve para que la arrastre el viento, también es una especie de paracaídas para bajar al territorio y luego hospedarse en ese lugar.
En definitiva, es una técnica de migración de las arañas donde consiguen viajar muchos kilómetros por el aire. Incluso este fenómeno ha hecho que aparezcan arañas hasta en la Antártida, aunque allí terminen muriendo debido al ambiente poco proclive para la especie.