Transitando el Camino del Cambio

“Cuando no somos capaces ya de cambiar una situación, nos enfrentamos al reto de cambiar nosotros mismos”. (Viktor Frankl)

Por: Roberto García. Promotor de Seguridad Vial / COPSEV. Mayo 2019.

La sensibilidad, (para no usar el término “preocupación”), ha existido desde hace varias decenas de décadas en los distintos actores sociales vinculados al tema, ya sea desde aquellos que operan como agentes de tránsito; policía nacional (ciudadana y caminera); operadores asistenciales de la Salud; legisladores; distintos actores del gobierno y también los diferentes integrantes de la población civil, incluyendo las víctimas supervivientes y sus familias.

“TODO SE VE LEJOS Y DISTANTE, HASTA QUE TOCA EN CASA”

Los organismos internacionales OMS, OPS, ONU, etc., mencionan a los Siniestros Viales como PANDEMIA y en nuestro país hace algunos años se ganó el título de Problema Grave de Salud de la Población, (MSP).
Pero más allá de todos los esfuerzos y todas las banderas en la presente causa,. . .¿qué experimenta el lector, la lectora?;. . . puede que el lector, o la lectora, experimente que se trata de una, entre tantas cuestiones que integran las agendas del gobierno, pero no algo de qué “preocuparse”, hasta que los inspectores salgan efectivamente a multar.

Que el Casco, el Chaleco y el Cinturón, es cuestión de “si te agarran”. Estimados, ustedes que llegaron hasta este párrafo prestándome unos minutos de su valioso tiempo, déjenme contarles que transcurrían días promisorios de la primavera del 1994, era jueves 24 de Noviembre y estábamos de preparativos del cumpleaños número uno, de la más pequeña de la familia, que lo celebraríamos el sábado veintiséis, aunque su onomástico se había cumplido el día veintitrés.

Uno de los grandes desafíos que tenemos los uruguayos en materia de Salud, son los Siniestros viales. Constituyen la primera causa de muerte en nuestra población joven, (entre 15 y 40 años) e impacta traumáticamente en las vidas de cientos de familias.
En términos económicos representan pérdidas que alcanzan los mil millones de dólares anuales; aproximadamente un cuatro por ciento del P.B.I.; cifra algo menor a lo que ingresa al país por concepto de turismo.

Un día como cualquier otro, con rutinas de trabajo, idas y venidas, hasta que la noticia del “accidente”, como le decían antes a los Siniestros Viales, llegó con miradas paralizadas de ojos exorbitados y voces temblorosas; me encontraba realizando un trámite en la Intendencia
Municipal cuando alguien dijo: “qué espantoso, el accidente de calle Lavalleja! Qué pasó? (otra funcionaria); . . . se mató la hija de Leonel García, tuvo un accidente!, . . .callate tarada!, (dijo una tercera) y señalándome le menciona, ese es el hermano”.

De ahí corrí a ubicar a mis padres; ni bien me acerqué a la casa, un vecino salió a mi encuentro para decirme que todos estaban en el Sanatorio, que Alejandra tuvo un “accidente en moto contra un camión”, que iba acompañada de su cuñada y que esta última no había sobrevivido.
Segundos más tarde, llega mi cuñado, impactado y abrumado por las noticias, su hermana de veinte había fallecido y su esposa, madre de su pequeño de cuatro años, se debatía gravemente entre la vida y la muerte.

Mis pobres padres en la puerta de la Sala aguardaban noticias de algún profesional médico, con la esperanza de que todo fuera a resolverse, los detalles que siguen no son para esta oportunidad, la conclusión es que mi hermana falleció el veinticinco de Noviembre de 1994, con casi 20 años, luego del esfuerzo médico y del rezo de todos, quienes terminamos esas jornadas totalmente desbastados.

Dos familias que no encontraron consuelo, la muerte de sus hijas, era también la muerte, de hermanas, amigas, tías, madre. . .es inexplicable el vacío y ellas “sólo habían salido hacer un mandadito en moto y en seguida volvían”, como siempre. Ahora, ¿qué le podemos decir a las familias?, ¿le explicamos que es una Pandemia; le contamos las estadísticas; les mencionamos acerca de los nuevos dispositivos de fiscalización; les recitamos las definiciones de Siniestro Vial de la OMS; o tal vez los instruimos que se puede recurrir legalmente, para obtener la indemnización económica que paga el seguro? En el después, nada de lo mencionado importa, las familias experimentan que nada les devolverá la vida de sus hijas, (en el citado caso).

PERO SÍ HAY ALGO, el Valor RESILIENTE!

Podemos cambiar!, pero no se trata de algo que pueden cambiar únicamente las víctimas sobrevivientes o sus familias, sino que la SOCIEDAD TODA en este Uruguay se encuentra de frente a la necesidad de un profundo cambio. Es un tema de coyuntura CULTURAL, la RESILIENCIA debe formar parte del crecimiento y superación de todos.

ES UN TEMA DE PERMEABILIDAD: Para ello, el Dolor debe ser de todos, debemos apropiarnos de la presente problemática y permitirnos esa conexión con dicha realidad, porque sin Dolor no hay Resiliencia. Muchos factores conspiran contra tal conexión, entre ellos la saturación mediática, la banalización del sufrimiento y la muerte; la relativización de la vida; entre otros, que han hecho de la sociedad global una sociedad distante, desconectada (desde el punto de vista humano) y ello ha determinado que otros sean los ponderables al tratar problemáticas como éstas.

Las sociedades más “desarrolladas”, sobrevaloramos el Derecho Positivo, reverenciamos demasiado la burocracia y le damos muy “poca bola” al valor humano, el respeto del otro y sobre todo el cuidado del otro; esto último será el gran desafío del Siglo XXI.
Que no se mal interprete, no estamos promulgando la abolición de las leyes de tránsito y tampoco las otras.

Decimos que no podemos internalizar el cuidado propio y del otro por medio de un mandato legislativo, nada sustituye al valor inculcado; el cuidado de la vida y el respeto se enseña y luego se refleja en cada acto de la vida misma y fundamentalmente en el tránsito.
La ciencia revela, que los Siniestros Viales son en más de un noventa por ciento de incidencia, o causa, humana. Son las CONDUCTAS DE RIESGO, (de los seres humanos), las causantes de los Siniestros Viales, por eso ya No hablamos de Accidentes (algo inesperado e impredecible),
sino de SINIESTROS VIALES, los cuales se pueden prevenir y son evitables.

Si desean en próximas ediciones podemos hablar del ANTES, DURANTE Y DESPUÉS de los Siniestros Viales y nuestra visión de cómo contribuir a disminuir la cantidad de fallecidos y heridos graves en dichos Siniestros.

🙂 C O M P A R T I R • H A C E • B I E N 😉