Ruben Rodríguez Montes de Oca, QUINIELERO.
Fotoreportaje #everydaysanjoseuy
Por: Agustina Saubaber / instagram: @a.saubaber
“El grandote es rayado como yo (uno de los perros rescatados del refugio). Los de los vecinos vienen también porque les doy de comer. Siempre he salido a pelearla. Acá en casa nunca se cerró una puerta, venía gente todo el tiempo. Nos divertíamos haciendo cuentos, íbamos al río con la Rausa (bolsa de azúcar de 50kg que usaban de toalla). Teníamos que ayudar a mamá porque papá trabajo fijo nunca tuvo. Había que buscarla. Yo salí hasta descalzo con 7, 8 años. Empecé a hacer mandados, vendía caramelos, pororó. Siempre pegado a los ómnibus: -señora le llevo la valija? En la confitería y en el Club me guardaban mercadería de un día para el otro. Ahí empezó a mejorar. Quedé solo con mamá en el 69. Le compraba las “termitas” (zapatos de felpa para abrigar) una vez vino mi hermana y sé las mostró -mirá hija … y se puso a llorar. No fue linda la infancia. Como todo pobre, no teníamos luz ni nada. Ese mundo fue distinto al que vivimos hoy. No podíamos elegir. Trabajé unos años en la noche, repartiendo la baraja (en la timba de un conocido bar). Después con la quiniela. Suavecito y con buen gusto, me fui abriendo camino, nunca desaproveché oportunidad. Hoy en día, para lo que viví, soy un rey. La diferencia es que parte de la familia ya no está. Todo no podés tener. Hoy tengo la puerta abierta en todos lados, eso no se paga con nada. Hay casas que hace 40 años que visito. Ahora ando con la máquina, pero antes lo hacía con la planilla: era una libreta ancha con 25 jugadas, 5 boletas en cada hoja con 4 copias, todas con carbón, la cuarta se la dabas al cliente. Ahora es apretar botones. La familia es lo más lindo que tengo, no tengo míos..tengo 11 ahijados, hijos para mí. La primera ya tiene nietos. Un día me mandaron una niña, la de la foto (señala uno de tantos portarretratos) sobre la fecha de empezar la UTU. No tenía zapatos ni medias ni nada. Y salí a revolear el brazo. Una muchacha me dió la tela para la pollera, otra la hechura… y así. Esta es mi nieta (muestra otra foto) trabaja en lo que le gusta. Acá se le dió lo que pudimos… estaba mi señora y yo acompañaba en lo que podía. Cuando tuve que cuidarla anduve atrás de ella toda la vida. He criado a varios… los niños saben si los querés bien o no”