Por Mariana Rabinovich López. Setiembre – Octubre 2019.
Una de las maravillas de este espacio, es que brinda la posibilidad permanente del encuentro con personas maravillosas, que enriquecen nuestras vidas. Admirables seres humanos llenos de luz. Con historias fuertes. Seres intensos.
Uno de ellos ha sido sin dudas Tabaré Rivero, cuya entrevista sale en estas páginas. Tabaré, enorme artista uruguayo que no precisa presentación, ha sacado con su banda un último disco: “El Blues de los esclavos”, y basado en ese material, hecho una obra de teatro/recital rockero, que presentó recientemente en nuestro Macció. A propósito de todo esto, vienen estas líneas.
Conversando con él, conmovida, me quedé pensando cuánta sencilla razón tiene al no olvidar y no permitirnos olvidar, que vivimos “esclavizados”. Hasta los menos obsecuentes, hasta los más rebeldes. Esclavizados por el ritmo que nos impone la vida diaria. La sociedad y el tipo de organización en que estamos inmersos. El “estilo de vida” que respiramos.
Pensar en la “esclavitud disimulada a la que todos somos sometidos diariamente”, es importante. “Somos esclavos del dinero, creyendo que la vida porque así nos educaron, consiste en conseguirlo para comprar cosas que nos pertenecen, pero que luego nos venden porque alguien se las apropió y las leyes legalizan ese tipo de hurtos y negocios”. Esa sería la síntesis de la línea narrativa que con tono de denuncia sin panfletismos, plantea la Riverock Banda.
Como compartimos este espíritu plenamente y agradecemos siempre un sacudón de conciencia, pensando que se vienen las elecciones nacionales en Uruguay, reforzamos desde este pequeño lugar, el mensaje de Tabaré Rivero. Su arte irreverente e inteligente da batalla a la hipocresía en que estamos inmersos.
Con ironía, humor e indignación, empezando la lucha cada uno consigo mismo. Es importante PENSAR. VOTAR ES IMPORTANTE. No todos los políticos ni los partidos son lo mismo. No los son. Hay batallas ganadas para todos que debemos defender. Tenemos otras muchas por dar. Participar es la mejor forma de romper cadenas.