Jorge Gutiérrez Pérez (re-conocido) como “el Ratón”, nació el 31 de diciembre del 76. 42 años de vida y 30 de comunicación y periodismo. Ha vivido, siempre, en su misma casa materna ubicada por 25 de Mayo entre Ansina y L. Batlle Berres. La pasión por su profesión se le nota al respirar. Su otro gran amor, luego de la familia, es el Club Central de fútbol. Es un hombre que valora el lugar que ocupa, ganado con la constancia de su trabajo, paso a paso. Se siente feliz y conforme de ser el creador y responsable de su propio espacio. Cómodo conque su espacio esté en San José. Tiene una memoria asombrosa para las fechas, nombres y sucesos. Una cualidad muy útil en su trabajo.
¿Profesionalmente nunca has hecho otra tarea que no sea periodismo?
No… no se hacer otra cosa.
¿Cómo llegaste a encontrar tu lugar desde pequeño?
Entré muy, muy chico al mundo de los. Yo cuando era chico siempre me gustó todo lo que era radio. Tenía de vecino pegado a Carlos Lacava Berardi. Y en la radio de casa estaba a “piñón fijo”, todo el día, la 41`. Mi abuelo escuchaba todo el día una radio a lámpara. Yo vivía con mi madre y mi abuelo materno. Todo el día escuchaba la 41`. Y me dio por ir a mirar cómo se hacían los programas, y para mí era como ir a ver un programa de televisión, porque en aquel momento la TV empezaba 5:30 de la tarde. Así que iba a distintos programas a ver cómo se hacían. ¿Recordás “Viva la Pepa”?. Sí! con la Chancha Vázquez y Alvarito Navia! Sí, y Fernando Rius! Era los domingos de tardecita. Y arranqué a ir al fútbol, tenía 12 años. Y con 12 años un día me dicen Eugenio Peña y Carlos Martínez Lavecchia, que es como mi padre profesionalmente, me dan la oportunidad de salir al aire. Ellos vieron que yo tenía avidez allí. Tenía que dar las designaciones de árbitros y las posiciones, leer. Vieron que leía bien, voz de niño, de pito. Y así empecé, seguí enganchado. Fue el 21 de abril de 1989 el día que salí al aire por primera vez, y nunca más me aparté de los medios de comunicación. Seguí haciendo estudios, escuchábamos otras radios para ver cómo iban los otros partidos, y así íbamos informando lo que pasaba.
¿Y también aprendiste muy pequeño, a operar técnicamente?
Sí, a operar la mesa de controles, aprendí enseguida. Era muy chico, mi primer sueldo fue de cien mil nuevos pesos. Me lo pagó Martínez Lavecchia en negro, por supuesto, era menor de edad yo. Ahí seguí varios años en el fútbol. Colaboraba con trasmisiones deportivas. Fui quedándome allí y luego me involucré un poco más con el grupo de “Periodistas Limitada”, que era Wilson Ramírez, Jorge Scagni y Hugo Robaina. Eso fue a principios de los 90`.
Y muy chico de edad también, fuiste la cara del informativo local. Eso está fuerte. Gran responsabilidad.
Sí, tenía 19 años, cuando empezamos en Punto Nueve. Antes de eso, hubo una etapa de Cable, en el 95`, estaba muy en contacto con Wilson, mi primer aporte al BPS es con ellos, como empleado. Ahí empecé a hacer cámaras con él para el informativo. Wilson quizás sin proponérselo, me brindó muchísimo a mí en el manejo periodístico. Yo no tenía nada que ver, en ese momento era camarógrafo, para eso me habían contratado. Y con él salíamos todos los días casi a almorzar y me consultaba. _¿Y a vos qué te parece?, me decía. Yo me sentía importante, me ayudó muchísimo. Conocí a Ricardo Piñeyro también.
¿Profesionalmente nunca has hecho otra tarea que no sea periodismo?
No… no se hacer otra cosa.
¿Cómo llegaste a encontrar tu lugar desde pequeño?
Entré muy, muy chico al mundo de los. Yo cuando era chico siempre me gustó todo lo que era radio. Tenía de vecino pegado a Carlos Lacava Berardi. Y en la radio de casa estaba a “piñón fijo”, todo el día, la 41`. Mi abuelo escuchaba todo el día una radio a lámpara. Yo vivía con mi madre y mi abuelo materno. Todo el día escuchaba la 41`. Y me dio por ir a mirar cómo se hacían los programas, y para mí era como ir a ver un programa de televisión, porque en aquel momento la TV empezaba 5:30 de la tarde. Así que iba a distintos programas a ver cómo se hacían. _¿Recordás “Viva la Pepa”?. _ Sí! con la Chancha Vázquez y Alvarito Navia! _Sí, y Fernando Ríus! Era los domingos de tardecita. Y arranqué a ir al fútbol, tenía 12 años. Y con 12 años un día me dicen Eugenio Peña y Carlos Martínez Lavecchia, que es como mi padre profesionalmente, me dan la oportunidad de salir al aire. Ellos vieron que yo tenía avidez allí. Tenía que dar las designaciones de árbitros y las posiciones, leer. Vieron que leía bien, voz de niño, de pito. Y así empecé, seguí enganchado. Fue el 21 de abril de 1989 el día que salí al aire por primera vez, y nunca más me aparté de los medios de comunicación. Seguí haciendo estudios, escuchábamos otras radios para ver cómo iban los otros partidos, y así íbamos informando lo que pasaba.
¿Y también aprendiste muy pequeño, a operar técnicamente?
Sí, a operar la mesa de controles, aprendí enseguida. Era muy chico, mi primer sueldo fue de cien mil nuevos pesos. Me lo pagó Martínez Lavecchia en negro, por supuesto, era menor de edad yo. Ahí seguí varios años en el fútbol. Colaboraba con trasmisiones deportivas. Fui quedándome allí y luego me involucré un poco más con el grupo de “Periodistas Limitada”, que era Wilson Ramírez, Jorge Scagni y Hugo Robaina. Eso fue a principios de los 90`.
Y muy chico de edad también, fuiste la cara del informativo local. Eso está fuerte. Gran responsabilidad.
Sí, tenía 19 años, cuando empezamos en Punto Nueve. Antes de eso, hubo una etapa de Cable, en el 95`, estaba muy en contacto con Wilson, mi primer aporte al BPS es con ellos, como empleado. Ahí empecé a hacer cámaras con él para el informativo. Wilson quizás sin proponérselo, me brindó muchísimo a mí en el manejo periodístico. Yo no tenía nada que ver, en ese momento era camarógrafo, para eso me habían contratado. Y con él salíamos todos los días casi a almorzar y me consultaba. _¿Y a vos qué te parece?, me decía. Yo me sentía importante, me ayudó muchísimo. Conocí a Ricardo Piñeyro también, somos muy muy amigos, desde esa época. Y surge entonces la posibilidad de hacer informativos.
El fútbol fue una etapa importante en tus comienzos, pero enseguida ampliaste las miras ¿verdad?
Sí. Arranco a hacer periodismo. Periodismo político, me la juego sólo, con 19 años. Yo invité a Hugo Robaina para hacer una sociedad, porque en ese momento consideré que precisaba un socio, un aliado, pensé en Ricardo, luego me di cuenta que era igual a mí, y busqué el complemento, alguien mayor. Justo a Hugo lo había echado Marín de la radio. Así que nos reunimos, y con Cersósimo. A mí me llegó el comentario, lo hizo Pedro Rodríguez: “_Está de machos para agarrar el informativo del 9. Y eso me quedó a mí. Dije, vamos a darle! Hicimos una sociedad con Hugo y tuvimos el informativo, luego un programa periodístico que se llamaba “Puesta al Día”, los informativos de Emisora Principal e iniciamos el periodístico de la mañana de “Principal” que ya se llamaba “Puesta al Día”. Tuvimos años muy inolvidables. De un día para otro pasé de atrás de la cámara a adelante y ser la cara del informativo local. Salía a la calle y todo el mundo te conocía, porque era una novedad, era el primer informativo.
Qué lindo el reconocimiento y el respeto de la gente. Y qué responsabilidad…
Sí, te reconocen la voz, gente que no tenés idea, es fuerte tomar conciencia de eso. Ta bueno porque llegan a vos porque confían en vos, y te cuentan algo que te sirve como insumo para informar, investigar.
Que la gente, la audición te otorgue esa atención ¿lo tomás como una manera de exigirte y controlarte también?
Claro. Sí, por supuesto. Que te reconozcan en el buen sentido, te da para tomar el pulso de quiénes te escuchan y vas viendo de que nivel social y cultural tienen. Y hay de todo. Yo probé este año en el canal, poniendo fotos viejas de algunas esquinas y les pedía que me mandaran por Whatsapp, para ver quiénes eran, para chusmear, un termómetro de cuánta gente y quienes. Acá más o menos nos conocemos, encontré de todo tipo de edades y niveles socio-culturales. Eso implica que tenés que estar siempre abierto a la variedad, porque no hay un público preciso que te sigue siempre, es muy diverso.
Tener la mente abierta. Respetar genuinamente. No prejuzgar. Todo eso debe ser necesario para luego transmitir correctamente los mensajes.
Sí. Tengo la suerte de que políticamente no hay nadie que me pueda decir con fundamento o una prueba, que alguna vez he flechado la cancha para algún lado, o que he estado identificado con algún partido o sector político.
En cuánto a tu vínculo con la política, ¿te has querido mantener expresamente como un periodista ascéptico?
Totalmente. Por ejemplo, nos criamos juntos con los mellizos Camy, vivimos frente a frente. Somos como hermanos, nos criamos juntos. Gastón ha incursionado en la política y fue Presidente de la Junta Departamental. Desde el punto de vista periodístico, quizás Gastón sea uno de los ediles a los que más he criticado. Hay un tema de separar las cosas.
Existen periodistas que tienen una clara postura política y la dicen. ¿A vos eso no te interesa para nada?
No. Exactamente, en lo absoluto, no me interesa en lo más mínimo.
Vamos a hacerte la clásica pregunta, demasiado trillada ya, pero que viene al caso aquí: ¿Creés en el periodismo objetivo?
Yo creo que sí. Aunque por supuesto todos votamos. Pero no lo digo. Ni mi señora, ni mi madre saben a quién voto. No hay nadie absolutamente que pueda decir a quién voto. Puedo haber estado en algún comité, peñas, pero no quiere decir que voté eso. Hace años ahora que no voy, pero en aquel entonces fui también porque me servía como insumo periodístico, y ese momento de distención que me gusta compartir. Jamás tuve un compromiso político. Jamás. Te voy a decir algo que nunca he dicho, he votado distintos partidos. Esto es más serio que no decir de qué cuadro es uno, como hacen algunos periodistas deportivos. Es bastante más seria la política. Nunca me interesó militar, nunca fui fanático. Algunos creo que se pasan de la raya con el fanatismo. No le debo nada a nadie, nunca pedí un favor. Eso me hace andar por un trillo limpio. A mí no me manda nadie a hacer mandados, ni del FA, ni blancos, ni nada. Yo lo que trato es de indagar, no incomodar. Yo no llevo gente a mi programa para levantarle centros. Para eso que se pague un espacio partidario. Yo cuando los invito saben que trato de ir en profundidad. En un lenguaje entendible para todos, tratar de bajar términos como fideicomiso, o duodécimo… ¿qué son? Son préstamos, a pagar de tal forma, y así lo digo.
¿Has pensado en trascender fronteras como periodista, no ser sólo comunicador “maragato”? Yo amo lo que hago. En este momento me siento muy bien, me siento bien conmigo.
Mi objetivo es mantenerme vigente, no porque la gente me vea. Es porque es mi trabajo, para ganar, vivir de lo que uno le apasiona. A mí me encanta el día a día, la noticia, la novedad. Me encanta saber de todo, actualizarme. Yo si algún día pierdo eso, lo voy a extrañar muchísimo. Hay dos cosas, fuera de lo que es mi familia, que amo: hacer periodismo y Central. Yo sin eso no me imagino vivir. Amor absoluto por el periodismo y Central siento.