Con Felipe Sichel.
Licenciado en Ciencias Económicas en la Universidad Federal De Río De Janeiro (UFRJ). Tesis de egreso: “El estado de bienestar en la segunda mitad del S XX, fundamentación teórica, implementación y motivos de su fracaso”.
Magíster en Economía Financiera en el Interdisciplinary Center Herzlya (IDC). Tesis de egreso: “El impacto de discurso “Lo que sea necesario”, de Mario Draghi en la estabilización de la Unión Monetaria Europea.
Actualmente trabaja como economista internacional en una gestora internacional de capitales privados en Río de Janeiro, Brasil.
Entrevista: Lic. Fabián Sierra.
¿Cuál fue la situación macroeconómica que heredó el actual gobierno Brasileño?
La situación macroeconómica que heredó Brasil del gobierno anterior, debe explicarse entendiendo que, el gobierno anterior en realidad fue un gobierno corto, que existe efectivamente desde la segunda mitad del 2016, en base al proceso de impeachment de Dilma. Fue un gobierno que entró sin ningún apoyo popular. Heredó una situación económica muy crítica. Lo que hizo fue una serie de reformas que eran estrictamente necesarias a nivel macroeconómico para intentar sacar a Brasil del pozo en que se encontraba económicamente. Fue sobre todo un proceso de desinflación, bastante acentuado, e hizo que la inflación bajara a niveles históricos, lo que le permitió también el recorte de la tasa de interés nacional al nivel actual, que es el nivel históricamente más bajo: 6,5%. Ese nivel se ha podido mantener a lo largo de muchos meses. La vez anterior que la tasa de interés nacional estuviera a un nivel similar, fue el 6,75%, en el primer gobierno de Dilma, pero tuvo que subir de forma muy rápida porque la inflación rebotó también muy rápidamente. Lo que pasa actualmente es que la inflación está muy baja gracias al gobierno anterior. Otra cosa que ha sucedido es que a lo largo del gobierno anterior, empezó a caer muy lentamente la tasa de desempleo. Lo tercero es que ha habido una estabilidad económica, aunque no se haya logrado crecer como se espera que sea, en relación al crecimiento potencial en Brasil.
¿Cuál sería el común denominador de las políticas económicas del gobierno actual y el anterior?
El aspecto en común es que ambos tienen características del modelo neoliberal. Lo que no tienen en común es que el gobierno anterior lo hizo por necesidad, mientras que este gobierno lo hace como propuesta política. Las reformas que son propuestas ahora son mucho más amplias, mucho más profundas y esto es en todos los niveles del actuar gubernamental. El gobierno anterior estaba más enfocado en conseguir una estabilidad macro para que el gobierno pudiera volver a funcionar.
¿Cuáles son las diferencias entre ambos gobiernos?
La diferencia fundamental es que el gobierno actual entra con un propósito muy claro de hacer reformas liberales en la economía de Brasil. El gobierno anterior hizo algunas reformas que fueron en base a la necesidad de estabilizar la situación, más allá de la intención del gobierno. Actualmente, el ministro de economía es lo que llamamos un “Chicago Boy”, tiene su PhD, su doctorado en Chicago y desde el principio de la campaña electoral, se dijo claramente que el ministro de economía de Bolsonaro sería Paulo Guedes y que las reformas que se harían serían en un sentido liberal o neoliberal. Eso quiere decir que el gobierno entra con una propuesta muy clara de reducir el tamaño del Estado, por lo menos de la burocracia estatal, a la misma vez de hacer reformas que logren abrir a Brasil a la inversión extranjera, a la competencia extranjera, y que facilite también todo lo que tiene que ver con el modelo de negocios de Brasil. Reducir burocracia, reducir estructuras, reducir tasas, reducir impuestos, reducir procesos; todo lo que se puede hacer a nivel de facilitar el ambiente de creación de negocios en este país y a la vez todo lo que se puede hacer para reducir de forma significativa la deuda pública. Esto va a permitir a largo plazo que la tasa de interés estructural de la economía también sea menor.
¿Cuál es el impacto social de las medidas económicas propulsadas por este gobierno?
A nivel de impacto social es un poco más difícil de explicar, porque si bien hay propuestas de reformas, las mismas no han sido implementadas. Lo que se puede decir es lo que las reformas van a generar probablemente: una caída de la tasa de interés estructural de la economía brasileña, de la tasa de equilibrio, lo que significa que el paìs va a lograr crecer más. Eso además, va de la mano de la reducción de los gastos públicos estructurales del país, va a permitir que el país crezca de manera más sustentable, lo que naturalmente lleva a un aumento del empleo. A la vez, lo que se puede decir a nivel negativo, es que toda clase de cambio de la estructura económica de un país, principalmente cuando los cambios son tan profundos en una economía que tiene características estatizantes como Brasil, llevan a un desplazamiento de la asignación de recursos que a mediano plazo va a afectar una cantidad relativamente grande de regulación. Lo que no se ve afectado mientras tanto, es el gran sistema de salud pública de brasil (el sistema unificado de salud, SUS). Tampoco se ve impacto en todo lo que tiene que ver con la educación, aunque exista muy claramente en el gobierno las propuestas de sacar presupuesto de la educación superior -en brasil una gran parte de la educación superior es pública- y pasar toda esa plata que se invierte en educación superior en educación básica y en educación técnica. Es decir, básicamente, tratar de solucionar el problema a nivel educacional desde abajo y no desde arriba como se intenta hacer actualmente, lo que en cierto sentido tiene mucha lógica, pero va a llevar a que las universidades públicas, que son una gran parte de las universidades en Brasil, cuenten con menos presupuesto. También tendrá impacto la reforma en el sistema de seguridad social, todo lo que tiene que ver con las pensiones y jubilaciones. Fue propuesto dos semanas atrás y todavía se está discutiendo en el congreso nacional, implica un aumento del tiempo de trabajo necesario para que un trabajador pueda jubilarse. Eso, si bien trae impactos – evidentemente la gente tendrá que trabajar más años- es una de las reformas estructurales más necesarias en Brasil, simplemente porque el sistema actual de pensiones y jubilaciones en Brasil, es insostenible a mediano plazo.
¿Cómo queda posicionado Brasil en el plano del comercio internacional?
A nivel de comercio internacional, Brasil pasará a ser una economía más abierta, va a hacer negocios con más países en el mundo y de forma más directa. Actualmente Brasil es extremadamente cerrado, lo que tiene sus efectos positivos y negativos. Existe una gran oportunidad para todo lo que tiene que ver con el Mercosur, pero eso deberá ser mutuo con respecto a Brasil y evidentemente Brasil ahora intentará prestar más atención a las economías grandes como lo son los Estados Unidos o la Unión Europea, que puedan representar un mercado consumidor más grande para lo que se produce en Brasil, en relación al mercado del Mercosur, aunque insisto, para el Mercosur también pueda ser muy positiva.
¿Cuál es tu proyección de Brasil en el plano económico, pero también sus repercusiones en materia de políticas públicas en el mediano y largo plazo?
Creo que si las reformas propuestas por el gobierno a nivel de gastos públicos logran ser aprobadas, va a tener un efecto positivo para la economía brasileña. Simplemente porque le va a quitar un peso muy grande que es un estado excesivamente burocrático, excesivamente grande que gasta muchísimo, pero que además, gasta muy mal. Eso a mediano plazo seguramente va a ser positivo. A nivel de políticas públicas, hay que ser un poco más cauteloso. Yo no me arriesgo ahora a poner en números lo que puede suceder con la economía, simplemente porque en todo lo que tiene que ver con salud y educación, no existen propuestas muy claras. Me parece muy relevante que se destine más presupuesto en la educación básica, en la educación media y en cursos técnicos que en educación superior, simplemente porque en la educación básica y media hay un gran problema que hay que atender para lograr un crecimiento en productividad más profundo. Evidentemente eso va a tener consecuencias también a nivel de calidad en la educación universitaria, por ejemplo. Pero me parece que las perspectivas son positivas a mediano plazo. Brasil va a lograr volver a crecer, lo que es extremadamente necesario. Uno tiene que acordarse que estamos saliendo de la recesión más grave de la historia de Brasil, que le llevó 5 años para recuperarse, eso implica que un cierto grado de normalidad económica, de crecimiento, de trabajo, de sueldo, hay que hacer cambios para que el país vuelva efectivamente a funcionar.
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