Si tuvieron la desdicha de leer mi columna anterior, recordarán el pasaje en donde coloqué en un podio todas esas cosas que nos identifican como uruguayos. Ustedes lectores, ubicarán a su antojo a cada una en el lugar que les plazca. Estas `cosas` en común -para refrescarles la memoria-, son: el mate, el asado y el fútbol. Claro está que existen otras, pero a mí entender éstas son de las más representativas, no sólo de Uruguay, sino de la región. Y ese es el tema de hoy: nuestra identidad gastronómica, cultural.
Por Nacho Molina, Chef. Agosto – Setiembre 2019.
Los uruguayos mantenemos viva esa ingenua percepción de que somos asado y mate. Emblemas exclusivos de nuestro diminuto territorio con forma de chuleta. Nos estrellamos violentamente contra la realidad cuando salimos en busca de nuevos horizontes y nos presentamos, ante los nativos del país a donde nos llevó el destino, con la frase: -Soy de Uruguay!-.
La mayoría de las veces, notamos que nuestro interlocutor parece identificar el país del que le hablamos, asiente con la cabeza e inmediatamente pregunta: -Y eso dónde queda?-
Gracias a mi profesión, tuve la oportunidad de trabajar 2 años en México y vivir tal experiencia en carne propia. Paseándome por insurgentes con el mate, era muy común escuchar: – Argentinooooo!!-
Cómo también en tono burlón: – Ché boludoooooo!!!
O la clásica pregunta:
-Qué fumás?
Señalando el mate con agua humeante a las 4 de la tarde con 32 grados de sensación térmica.
También fui consultado por algún taxista acerca del desarrollo de la guerra en nuestro país, claramente confundido con Kuwait, que puede ser sonoramente similar. Pero nadie jamás me dijo: -Uruguay!!! Sí, lo tengo, el mejor asado del mundo!!!
Los que lograban identificar mi origen, lo hacían siempre con referencias futbolísticas. Aceptemos esta máxima: somos fútbol y actualmente también Pepe Mujica, nuestro ícono pop.
Como no tenemos nombre, ya que somos la República que se ubica al oriente de un río llamado Uruguay, tampoco tenemos una gastronomía propia. Carne asada se come en todo el mundo. El resto de nuestro recetario bajó de los barcos. El chivito tampoco puede ser considerado un plato típico, es un sandwich de carne, como muchos otros sándwiches que habitan nuestro planeta; no podemos llamarlo típico ya que data de mediados de los años 40, surgió casualmente y como parte de un engaño, en el parador “El mejillón” en Punta del este. Años después Martín Parr lo inmortalizó en su libro “Real Food” (Phaidon 2014).
Y el chivito canadiense??? Canadiense?? Siempre me pregunté si era porque originalmente llevaba lomito canadiense… o por qué. Al día de hoy no pude encontrar un sólo chivito canadiense con lomito canadiense… en fin.
Tomo mi píldora de Prozac, un sorbito de agua para bajarla y reflexiono: -No existimos, para gran parte del mundo somos argentinos, o rioplatenses, una acepción más beneficiosa para nosotros. No podemos salir al mundo con una remera que diga “Vengo del país del asado”. Sería muy confuso, realmente. Probablemente sea algo más distintivo el caminar con el termo bajo el brazo, mateando firme y dando cátedra de asador. Ahí sale el uruguayo aguerrido !!! -Pero qué haces poniendo carbón??? !!! Eso es bien de argentino!!! Por favor!!! ¡¡¡ No hay como el asado uruguayo !!! … ¿O sí?